Si hay algo que nos marcará el resto de nuestras vidas es ese momento en el que tuvimos el primer contacto con un ordenador. En España esto sucedió en la década de los ochenta. Tras muchos años, tuve la misma sensación cuando me encontré con Arduino y el Open Hardware.
Estoy seguro que estos hitos tecnológicos saldrán en los libros de historia y que nuestros hijos y nietos podrán decir que sus antepasados vivieron esa época. Al igual que nosotros, los de mi generación, hemos vivido con la sombra de la guerra y el hambre de nuestros padres y abuelos.
Desde la lejanía siempre he percibido a David Cuartielles como una persona comprometida, seria y rigurosa. Esta entrevista me ha demostrado que los principios son los pilares sobre los que se sustentan las personas. David tiene muy marcados esos principios que han dado pie a la mayor plataforma de Open Hardware de la historia, Arduino.

Indice de contenidos
- 1 El primer contacto con los ordenadores
- 2 Eligiendo la profesión hacia el Open Hardware
- 3 Su primer trabajo y la curiosidad por el arte contemporáneo.
- 4 Malmö la Escuela de Arte y Comunicación
- 5 Ivrea el monasterio del diseño interactivo
- 6 Los modelos de negocio entorno al Open Hardware
- 7 El futuro de Arduino
- 8 Gracias, gracias y gracias
El primer contacto con los ordenadores
Es un patrón que se repite muy a menudo. Muchos de nosotros tuvimos una consola o un ordenador en los años 80 y eso marcó para siempre nuestra vida.
El primer dispositivo que entró en la casa de David fue la clásica consola Atari, donde jugaba con su hermano a Space Invaders. Solo contaba con 6 o 7 años, pero pronto se cansó de ella. Tras un par de años entró el primer ordenador en su casa, un Commodore 64.
Esto le abrió un mundo nuevo de posibilidades. Era una máquina que podías programar tu mismo y, aunque no supiera lo que estaba haciendo, pronto comenzó su primer proyecto dentro de la programación. Se propuso construir el mapa de España con los caracteres especiales del Commodore.

Como en todas las casas de aquella época, los conflictos generacionales estaban a la orden del día. David recuerda aquella vez en que su madre apagó el ordenador después de estar 3 horas programando el mapa de España porque era la hora de cenar.
Cuando en el colegio habilitaron el aula de informática, David ya tenía la experiencia suficiente como para sobresalir sobre sus compañeros. Aquella curiosidad por la tecnología marcó su futuro profesional, pero todavía no sabía lo que el futuro le iba a deparar.
Eligiendo la profesión hacia el Open Hardware
En nuestra vida, siempre tenemos que elegir y David no iba a ser menos. Con la familia dividida, su madre enfermera y su padre técnico de instalaciones, David tuvo que elegir entre una carrera sanitaria o una carrera técnica.
Lo tenía claro, el quería ser inventor. Estudió Ingeniería de Telecomunicaciones en la Unviersidad de Zaragoza y como él reconoce, «quizás es la carrera más idónea si lo quieres ser es inventor«. En Telecomunicaciones te preparan en diferentes áreas como el diseño de antenas, diseño de microchips, tratamiento digital de imágenes o de audio.
Fue una persona muy activa dentro de la universidad. Pertenecía al grupo Contracultura y al DIR Europa del cual fue director durante un año. Una de las cosas que destaca David es que en aquella época las notas para acceder a esta carrera eran muy altas. Esto suponía que, por un lado había una competencia sana entre los alumnos, y, por otro lado, distribución de género (igual de mujeres que de hombres).

Entre sus mejores amigos dentro de la Universidad estaba Alfonso que, junto con más estudiantes, crearon un club secreto, El Club de la Última Fila :).
Zaragoza no es una ciudad muy grande, pero sin embargo es una ciudad muy extensa. David tenía que recorrer 10 km en bicicleta desde su casa hasta la universidad durante los primeros años.
En el cuarto año se fue a Alemania, quería moverse por el mundo al igual que la gran mayoría de sus compañeros. Allí tenía tres trabajos para costearse su estancia ya que la beca era muy limitada.
Cuando regresó a España, terminó la carrera y decidió salir del hogar familiar para vivir su propia vida. Por ahora sería dentro de Zaragoza.
Su primer trabajo y la curiosidad por el arte contemporáneo.
Empezó a trabajar en una empresa que ahora se llama Grupo Effort en Zaragoza dando clases de Microsoft Office a personas en situación de desempleo. Este fue su primer trabajo, como comenta David, «muy bien pagado pero se trabajaba hasta 10 y 11 horas«.
De allí salió debido a unas divergencias con el dueño y empezó a trabajar en Teltronic durante un año como jefe de proyectos. Participó activamente en un proyecto para diseñar la cobertura de Ecuador.
A finales de los años 90 la tecnología no estaba tan avanzada como ahora y, para hacer este tipo de proyectos, tenían que hacerlo prácticamente a mano y sin recursos. Tenía 24 años y pronto se dio cuenta que no era lo que le quería hacer, no le interesaba por ahora.
Se planteó cambiar de trabajo y en una noche mandó más de 100 peticiones a Alemania. A la semana ya tenía trabajo. Se fue a Múnich a diseñar microchips en Infineon el área de semiconductores de Siemens.
Consiguió entrar de becario ya que todavía no tenía el título, le faltaba presentar el proyecto de fin de carrera.
Un becario a media jornada en Alemania por aquella época, ganaba lo mismo que un ingeniero a tiempo completo en España. Aquí es donde surgió la oportunidad de seguir avanzando en algo que había descubierto en cuarto de carrera, el arte contemporáneo.

Pero, ¿cómo encajar su atracción hacia el arte contemporáneo y la ingeniería? Sin formación y sin contactos era muy complicado. Gracias al tiempo libre del que disponía, trabajo de media jornada, empezó por su cuenta a investigar sobre el arte contemporáneo.
Visitó museos, leía libros sobre diferentes culturas e investigó cosas que no había podido ver en la carrera. Durante más de nueve meses profundizó en el arte contemporáneo, por su cuenta, y en la microelectrónica, gracias al trabajo de media jornada.
En su trabajo como becario, cumplía con creces y se había adaptado al entorno laboral. Tenía un futuro establecido donde poco a poco podría ir avanzando en la empresa con unos hitos laborales marcados. Sin embargo, ese camino establecido no era lo que estaba buscando, tenía otras inquietudes.
De repente, su destino y el de todos nosotros cambió para siempre. Unos amigos que estaban haciendo un proyecto Net.art en la Universidad de Malmö en Suecia, le contaron que tenían un problema a la hora de visualizar una película de 8 horas basada en el libro de Finnegans Wake de James Joyce.
Como buen ingeniero buscó una solución a su problema a través de una interfaz en JavaScript. A sus amigos les gustó la idea aunque no entendían lo que decía, muy típico. A cambio de comida y techo durante un mes, se embarcó en este proyecto y puso rumbo a Malmö, Suecia.
Malmö la Escuela de Arte y Comunicación
Llegó a Malmö para colaborar en el proyecto de sus amigos basado en el libro de James Joyce. Mientras lo desarrollaba, los profesores de la Universidad de Arte y Comunicación de Malmö pusieron su atención sobre él.
Un ingeniero aplicando técnicas de programación al arte y al diseño. En aquella época era algo novedoso y decidieron ofrecerle trabajo. David, que estaba buscando su hueco en el mercado laboral, accedió sin pensarlo.
El trabajo en Munich era muy bueno, ofrecían un camino marcado, estabilidad profesional y la posibilidad de ir ascendiendo. Sin embargo David buscaba otra cosa, quería hacer algo donde tuviera que relacionarse con las personas.
La escuela de Malmö se creo en año 1998 y fue muy innovadora. Es la única escuela del mundo que tiene diseño interactivo en Grado, Máster y Doctorado. La idea detrás de esta Universidad es rehacer las carreras adaptándose al mundo contemporáneo.
Bajo el paraguas del Manifiesto del Bauhaus Digital, la Escuela de Arte y Comunicación fue fundada dando cabida a carreras como Diseño interactivo, Periodismo digital y Diseño físico y virtual.
A David le ofrecieron ser parte del claustro de Diseño interactivo para dar clase de programación a diseñadores. Tras dos años, propuso además dar clase de electrónica a diseñadores debido a sus amplios conocimientos en esta materia.
Creo un laboratorio de electrónica para trabajar con sensores y actuadores con los alumnos, adelantándose a lo que vendría en el futuro. Eso puso el foco de atención en Malmö. Alguien estaba enseñando a los diseñadores electrónica con placas de prototipado al igual que en el Interaction Design Insitute Ivrea y en otras partes del mundo.
En el año 2005 convocaron una beca de investigación para ayudar en un proyecto en Ivrea durante tres meses, donde conoció a Massimo Banzi y el resto imagino que ya lo conoces :).
Ivrea el monasterio del diseño interactivo
Aunque provenían de diferentes registros, Massimo más empresarial y David más académico, habían terminado haciendo prácticamente lo mismo. Por aquel entonces, Ivrea era el eje central del diseño interactivo.
Las diferencias en cuanto a los recursos eran evidentes. Mientras Massimo tenía muchos recursos dentro del instituto, David tuvo que demostrar su valía desde el principio, empezando desde abajo. Sin embargo, compartían la manera de enseñar a los alumnos y ese fue su punto de unión. Pusieron en común varias ideas de cómo deberían ser las placas para enseñar a los alumnos.
David y su hermano llegaron a Ivrea en Enero. Poca gente lo sabe pero David tenía obsesión por trabajar con su hermano Miguel Angel. Consiguió que le acompañara en esta investigación y allí les ofrecieron una zona en el laboratorio donde conoció a David Mellis, alumno de Massimo.
Pero también conoció a mucha más gente los cuales en la actualidad juegan un papel importante dentro del diseño interactivo de todo el mundo.
De Ivrea surgió una generación de profesionales que están en empresas punteras como Microsoft Research diseñando el Hololens o en Ubuntu. Como confiesa David, «no sabía muy bien en lo que me estaba metiendo ya que había dado un paso a una comunidad de diseño completamente distinta a la que estaba acostumbrado«.
El diseño escandinavo es muy académico sin embargo en Ivrea predominaba la práctica. Eran dos mundos contrapuestos, pero todo el mundo sabía que estaba participando en la creación de los métodos de interacción con sistemas digitales del futuro.
David recuerda su estancia en Ivrea con añoranza, conoció a mucha gente y lo pasó muy bien aunque trabajaba mucho. Se dieron las circunstancias y las personas idóneas para desarrollar lo que se conoce hoy como Arduino.
La primera decisión a la hora de crear la placa de Arduino fue que no debía de costar más de 30 euros, lo que cuesta un libro de texto.
El color debería ser azul, que se conectara con tecnología Plug and Play y que fuera multiplataforma es decir compatible con Mac OSX, Windows y GNU/Linux.
Según nos cuenta David, las primeras 300 unidades que se crearon se las dieron a los estudiantes del Instituto IVREA. Ellos se encargaron de ser los primero betatester de las placas de Arduino
Gracias a ese caldo de cultivo de personas, ideas e ideologías, surgió el Open Hardware y fue el inicio de todo el movimiento entorno a la cultura Maker y al DIY que estamos viendo a día hoy. Llámalo azar, destino o como quieras, pero la realidad es que ha sido uno de los mayores regalos a la humanidad.
El Patrimonio Tecnológico de la Humanidad, como dice Obijuan, fue fundado ese mismo año sin que ellos lo supieran.
Los modelos de negocio entorno al Open Hardware
Dentro de este movimiento se promulga el compartir, la comunidad, el código abierto, el hardware abierto y el compañerismo. Existe una delgada línea entre el todo gratis y las tecnologías abiertas.
Dentro de la cultura Maker tenemos asumido que detrás de cada software, hardware o dispositivo, hay muchas horas invertidas que quitamos de nuestras aficiones y familias. Eso requiere de algún tipo de compensación.
Sin embargo, hay poca conciencia fuera de este movimiento. Mucha gente no entiende que hablemos de tecnologías abiertas y de compartir y a la vez queramos montar un negocio alrededor. El punto de intersección entre negocio y tecnologías libres debe estar muy bien definido.
En un mundo de desigualdades donde una persona puede comprar un móvil por el mismo dinero con el que puede vivir otra persona todo un año, emprender en el mundo tecnológico es difícil de asimilar. Por eso David hace énfasis en crear proyectos sostenibles, proyectos donde el retorno de inversión deja de ser lo estipulado y pasa a ser un retorno sostenible.
Arduino es un claro ejemplo. Se trata de una marca conocida en todo el mundo y que, en sus 5 primeros años solo facturó 100.000 €. Cualquier startup tecnológica hubiera cerrado a los dos años ya que no sigue los estándares establecidos de su ciclo de vida.

Y cuando hablamos de sostenible hablamos de una empresa que nos permita vivir y trabajar de forma humilde. No se busca una empresa con miles de empleados y sedes en todos los continentes. David, ahí donde lo vemos, cofundador de Arduino, profesor de la Universidad de Malmö y uno de los padres del Open Hardware, no aparece en la lista de los más ricos del mundo, ni de España.
Pero no porque no pueda, simplemente no quiere. Ha decidido vivir su propio de estilo de vida, crear una empresa sostenible y comprometida. El ha podido elegir pero ¿y nosotros?¿podemos elegir?
Una de las preguntas que se me olvidó hacer a David es ¿te imaginas que Arduino fuese un hardware privativo? ¿dónde estarías? ¿cuánto dinero hubieras ganado?
Aunque no se lo pregunté, creo que conozco la respuesta. Si Arduino se hubiera creado en un entorno comercial, si el fin último hubiera sido meramente monetario, creo que David no hubiera estado en ese escenario (dejo la pregunta por si él lee esta entrevista y quiere contestarla en los comentarios :)
Al igual que dijo que no a una carrera próspera en Siemens o en cualquier empresa española, David colaboró y desarrolló Arduino porque estaba alineado con sus principios y su forma de ver la vida.
El futuro de Arduino
Algo que muchos no sabemos es que Arduino no vive de hacer placas, si fuera así ya habría cerrado hace mucho tiempo. Trabajan con unos márgenes muy ajustados para que la tecnología llegue a todo el mundo.
Y como de algo hay que vivir, ellos lo hacen a través de programas educativos como el CTC y de la realización de proyectos. Tienen 60 empleados que tienen el vicio de comer, beber, vestirse y vivir bajo un techo. Si te estás planteando comprar un Arduino, piensa antes de comprar ¿Arduino original o Arduino copia?
El futuro de Arduino pasa por los programas de formación donde David está trabajando. Ya han cambiado la manera de cómo nos relacionamos con la tecnología ahora quieren cambiar la forma de cómo aprendemos a relacionarnos con la misma.
Sin embargo, el hardware no se queda atrás. Como David nos confiesa, ya hay contactos con la empresa Espressif y el conflicto entre Arduino.org y Arduino.cc ya está resuelto. Dentro de poco veremos más ESP8266 dentro de Arduino.
Gracias, gracias y gracias
Desde Programarfacil deparamos un futuro prometedor a Arduino y esperamos que David y todos los integrantes de la empresa puedan ver cumplidos sus sueños. Nosotros por nuestra parte, siempre estaremos detrás, apoyando todas las iniciativas que lleve a cabo Arduino y David Cuartielles.
Desde aquí quiero dar las gracias públicamente a David por haber accedido a esta entrevista y habernos permitido conocerlo un poco más. Si como ingeniero ha demostrado que es muy bueno, como persona es mejor aún, gracias.