Hoy vamos a arrojar algo de luz acerca de algunos mitos que, equivocadamente se atribuyen a algo tan importante como son los discos duros.
Mito 1: Formatear un disco duro hace que se generen más sectores defectuosos.
Falso. Lo que ocurre es que en el proceso de formateo se detectan los que ya existen. Si el número de sectores defectuosos se ha incrementado (por ejemplo por algún aterrizaje sobre la superficie del disco accidental) desde la última operación de formateo se revelarán, pero el formateo no los genera por sí mismo.
Mito 2: Formatear un disco duro puede dañarlo.
Falso. Esto debe ser un vestigio de cuando se utilizaban como dispositivo de almacenamiento los diskettes, ya que en estos el cabezal sí que tocaba la superficie magnética produciendo desgaste. En el caso de los discos duros, el cabezal literalmente flota por encima de la superficie, por lo que no hay contacto. Cuando existe contacto el sector queda dañado. Por tanto formatear jamás dañará un disco duro y menos por desgaste.
Mito 3: Formatear genera una sobrecarga en el brazo lector que a la larga estropea el disco duro.
Falso. El proceso de formateo se produce comenzando en el primer sector y terminando en el último de manera secuencial por lo que la transición es absolutamente suave y el movimiento mínimo.
Mito 4: El disco duro sólo gira durante los procesos de lectura/escritura, por tanto leer/escribir mucho acorta la vida del disco duro.
Falso. Salvo que el disco duro esté inactivo porque así se haya explicitado en el sistema de ahorro de energía, no hay ningún momento en que se encuentre parado.
Mito 5: La aparición de sectores defectuosos en el disco duro no es grave, ya que no se utilizan.
Falso. Son un síntoma de que algo no funciona adecuadamente en el disco. Incluso un único aterrizaje ha podido crear resíduos que pueden estropear otras partes, o incluso generar inestabilidades en el cabezal de lectura debido a la alta precisión necesaria derivada de las altísimas velocidades. Si el disco duro presenta sectores defectuosos y tiene datos críticos, debería hacerse una copia de seguridad de los mismos a la mayor brevedad.
Mito 6: Se puede mover un disco duro de manera negligente si está parado.
Falso. Incluso parado por ser un dispositivo mecánico se pueden generar ciertas averías si se mueve/golpea de una manera agresiva.
Mito 7: Se pierde fuerza magnética por la excesiva lectura/escritura en un sector determinado
Falso. De hecho es al revés. La reorientación de los campos magnéticos incrementa su fuerza.
Mito 8: Los discos duros han de estar en posición horizontal.
Falso. Pueden estar en la posición que nos plazca, siempre y cuando no estén sujetos a vibraciones/movimientos excesivos que provoque aterrizajes fortuítos de los cabezales sobre la superficie del disco.
Mito 9: Los cortes de energía súbitos generan aterrizajes en sectores que provocan su dañado.
Falso. Todos los discos duros modernos tienen un sistema de protección que garantiza que esto no va a ocurrir en situaciones normales.
Mito 10: La desfragmentación hace que los cabezales salten de un sector a otro para reorganizar las partes de un archivo, provocando la disminución en la vida útil del disco.
Falso a medias. Se produce una degradación, pero queda compensada sobradamente cuando el disco está desfragmentado, ya que el cabezal realiza las lecturas/escrituras en programas cuyas partes están alojados en sectores adyacentes, con lo que el movimiento que realiza en la transición de una parte a otra es mínima.